domingo, 31 de julio de 2016

Poema De La Carne de Medardo Ángel Silva

Poema De La Carne
(Medardo Angel Silva)


¡Carne del asesino, maldita podredumbre
que pende de las horcas en fúnebres racimos
y muestra a las pupilas de ávida muchedumbre
la malévola herencia que todos recibimos!…

Oh carne de los mártires (Gloria in excelsis Deo)
que de nuestro Rey Cristo son divinas cosechas;
Oh, labios siempre abiertos al consuelo de un Creo
¡divina vestidura traspasada de flechas!…

-Oh, carne de las vírgenes que la inocencia armiña,
nieve, azucena, estrella, lirio polar campiña
donde no puso amor la llama de su planta!

Hostia, carne de Dios para la cena mística,
y que, por el milagro de la gracia eucarística,
a nuestra carne inmunda une su carne santa!

domingo, 24 de julio de 2016

Poema Danse D' Anitra de Medardo Ángel Silva

Danse D' Anitra
(Medardo Ángel Silva)


Va ligera, va pálida, va fina,
cual si una alada esencia poseyera.
Dios mío, esta adorable danzarina
se va a morir, se va a morir ... se muere.

Tan aérea, tan leve, tan divina,
se ignora si danzar o volar quiere;
y se torna su cuerpo un ala fina,
cual si el soplo de Dios lo sostuviere.

Sollozan perla a perla cristalina
las flautas en ambiguo miserere ...
Las arpas lloran y la guzla trina ...
¡Sostened a la leve danzarina,
porque se va a morir... porque se muere!

domingo, 17 de julio de 2016

Poema La respuesta de Medardo Ángel Silva

La respuesta
(Medardo Ángel Silva)


Muda a mis ruegos, impasible y fría, 
en el sofá de rojo terciopelo
un pálido jazmín hecho de hielo 
tu enigmático rostro parecía.

La hostia solar, en roja eucaristía,
se ocultaba en el mar; y, al dulce cielo, 
el divino Chopin su desconsuelo
en un sollozo trémulo decía. 

Y cuando, por oír esa palabra 
que eternos lutos o venturas labra, 
te hablé de tu desdén y mi agonía, 

con ademán de reina mancillada 
me clavaste el puñal de tu mirada, 
muda a mis ruegos, impasible y fría.

domingo, 10 de julio de 2016

Poema El precepto de Medardo Ángel Silva

El precepto
(Medardo Ángel Silva)


Deja la plaza pública al fariseo, deja
la calle al necio y tú enciérrate, alma mía,
y que sólo la lira interprete tu queja
y conozca el secreto de tu melancolía.

En los brazos del Tiempo la juventud se aleja,
pero su aroma nos embriaga todavía
y la empañada luna del Recuerdo refleja
las arrugas del rostro que adoramos un día.

Y todo por vivir la vida tan de prisa,
por el fugaz encanto de aquella loca risa,
alegre como un son de campanas pascuales,

por el beso enigmático de la boca florida,
por el árbol maligno cuyas pomas fatales
de empozoñadas mieles envenenan la Vida.

domingo, 3 de julio de 2016

Poema Lo Tardío de Medardo Ángel Silva

Lo tardío 
(Medardo Ángel Silva)



Madre:
La vida enferma y triste que me has dado
no vale los dolores que ha costado;
no vale tu sufrir intenso, madre mía,
este brote de llanto y de melancolía.
¡Ay! ¿Por qué no expiró el fruto de tu amor
así como agonizan tantos frutos en flor?

¿Por qué cuando soñaba mis sueños infantiles,
en la cuna, a la sombra de las gasas sutiles,
de un ángulo del cuarto no salió una serpiente
que, al ceñir sus anillos a mi cuello inocente
con la flexible gracia de una mujer querida,
me hubiera libertado del horror de la vida...?

¡Más valiera no ser a este vivir de llanto,
a este amasar con lágrimas el pan de nuestro canto,
al lento laborar de dolor exquisito,
del alma ebria de luz y enferma de infinito!