domingo, 28 de mayo de 2017

Poema Melancolía, Madre Mía de Arturo Borja

Melancolía, Madre Mía
(Arturo Borja)


Melancolía, madre mía,
en tu regazo he de dormir,
y he de cantar, melancolía,
el dulce orgullo de sufrir.

Yo soy el rey abandonado
de una Thulé dorada donde nunca viví
y al verme pobre y desterrado
vuelvo los ojos hacia ti.

Melancolía, tú eres buena,
tú aliviarás este dolor;
para esta pena,
serán tus lágrimas de amor.

¿Qué me ha quedado de aquella hora
primaveral?
La melodía pasó. Ahora
sólo hay un eco funeral.

¿Y la mujer a quien quisimos?
¡Ay! se fue ya.
¿Y la mujer que en sueños vimos?
Nunca vendrá.

Y así, la vida:
las estrellas mintiendo amores con su luz,
cuando muy bien pudiera que ellas
sean los clavos de una cruz.

Melancolía, madre mía,
en tu regazo he de dormir,
y he de cantar, melancolía,
el dulce orgullo de sufrir.

domingo, 21 de mayo de 2017

Poema Vas Lacrimae de Arturo Borja

Vas Lacrimae
(Arturo Borja)


Para Alfonso Aguirre

La pena… La melancolía…
La tarde siniestra y sombría…
La lluvia implacable y sin fin…
La pena… La melancolía…
La vida tan gris y tan ruin.
¡La vida, la vida, la vida!
La negra miseria escondida
royéndonos sin compasión
y la pobre juventud perdida
que ha perdido hasta su corazón.
¿Por qué tengo, Señor, esta pena
siendo tan joven como soy?
Ya cumplí lo que tu ley ordena:
hasta lo que no tengo, lo doy…

domingo, 14 de mayo de 2017

Poema Memento Musical de Arturo Borja

Memento Musical
(Arturo Borja)



Sollozaba Chopín en el piano...
Tu mano
acariciaba melodiosamente
el teclado...
Tu frente
bajo la aúrea lluvia de tus cabellos daba
sensaciones de paz y eucaristía...
Por el ambiente anémico flotaba
un aroma nostálgico de luna que oprimía...

domingo, 7 de mayo de 2017

Poema Primavera Mística y Lunar de Arturo Borja

Primavera Mística y Lunar
(Arturo Borja)


A Víctor M. Londoño

El viejo campanario
toca para el rosario,

Las viejecitas una a una
van desfilando hacia el santuario
y se diría un milenario
coro de brujas, a la luna.

Es el último día
del mes de María.

Mayo en el huerto y en el cielo:
el cielo, rosas como estrellas;
el huerto, estrellas como rosas ...
Hay un perfume de consuelo
flotando por todas las cosas.
Virgen María, ¿son tus huellas?

Hay santa paz y santa calma ...
sale a los labios la canción ...
El alma
dice, sin voz, una oración.

Canción de amor,
oración mía,
pálida flor
de poesía.

Hora de luna y de misterio,
hora de santa bendición,
hora en que deja el cautiverio
para cantar, el corazón.

Hora de luna, hora de unción,
hora de luna y de canción.
La luna
es una
llaga blanca y divina
en el corazón hondo de la noche.

¡Oh luna diamantina,
cúbreme! ¡Haz un derroche
de lívida blancura
en mi doliente noche!
¡Llégate hasta mi cruz, pon un poco de albura
en mi corazón, llaga divina de locura!
(...)
El viejo campanario
que tocaba al rosario
se ha callado. El santuario
se queda solitario.