domingo, 25 de marzo de 2018

Poema La Nayade de Humberto Fierro

La Nayade
(Humberto Fierro)


Me creía orgulloso
y un corazón muy seco,
viviendo en mis dominios
como un hidalgo tétrico.
Juzgaba que mi gusto
fragante a tomilleros.
Era matar la corza
batida por los perros.
y al deshojar un día
las rosas del deseo,
bañando las distancias
En luces de oro viejo,
la sorprendí en un claro
que hacían lo enebros
y entre las rubias frondas
los céfiros traviesos
mecían el columpio
de un Fragonard de ensueño.

Yo la llamaba Náyade
por sus marfiles griegos
y por tu talle lánguido
como los juncos tiernos.
Me sonrió unas veces
con un silvestre miedo,
como la sensitiva
que va a plegar sus pétalos;
mas ay! No era un espíritu
de encadenar con besos:
temía despertarme
pues sé que siempre sueño.
Y al fin, un dulce día
se hundió en el lago eterno,
dejando entre mis manos
los círculos concéntricos
y fuimos desgraciados
y siempre lo seremos.

domingo, 11 de marzo de 2018

Poema Rondo Galante de Humberto Fierro

Rondo Galante
(Humberto Fierro)


Tus pupilas me recuerdan esas mañanas tranquilas
que hacen pensar en el valle primaveral del Edén
tus ojeras me recuerdan el perfume de las lilas y los valses de Chopin…

Siempre tendrás el encanto de una heroína de Poe
en el platino de una velada sentimental.
cuando tus manos divinas loe el laúd y el oboe
como en el tiempo feudal.

Por la esmeralda apacible de un retiro que te nombra
paseas como Malvina por el poema de Ossián,
los almendros florecidos ta dan la mullida alfombra
de las hurís del Korán.

Los lirios del monte riman con tu frente sin perfidias
cuando sales a caballo como hija de Thor,
y son tus labios sinuosos como trazados por Fidias
una romántica flor.